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LA LIMPIEZA ETNICA Y LA CLASE DIRIGENTE ISRAELÍ

by John Pilger
Israel. La sociedad enferma


Título original: Ethnic cleansing and the Establishment of Israel

Autor: John Pilger

Origen: The New Statesman

Traducido por José Wael Badaoui y revisado por Rodrigo Orihuela





La limpieza étnica y la clase dirigente israelí
Por John Pilger
Entre las turbulentas noticias que llegan de Israel, hay una lucha por la verdad histórica que ha pasado prácticamente inadvertida fuera de los círculos académicos, a pesar de que su trascendencia más amplia es épica. En mayo de 1948, la milicia judía que avanzaba sobre la villa costera de Tantura, al sur de Haifa, mató a más de 200 palestinos. Según el testimonio grabado de 40 testigos, tanto árabes como judíos, a la mitad de los civiles se les disparó en medio de la "confusión". El resto fue llevado a la playa, donde los hombres fueron separados de las mujeres y los niños y conducidos ante el muro de una mezquita cercana donde se les disparó en la nuca.

La "limpieza" de Tantura (un término empleado en la época) era un secreto bien guardado. Al ser entrevistados hace cuatro años, varios testigos palestinos dijeron temer por sus vidas si hablaban. Un superviviente que, siendo niño, fue testigo del asesinato de toda su familia en Tantura, le dijo al entrevistador: "Pero créame, uno no debería mencionar estas cosas. No quiero que se venguen de nosotros. Usted nos va a causar usted..."

Problemas, en efecto. Al investigador, un estudiante llamado Teddy Katz, la Universidad de Haifa le ha anulado su master, a pesar de haberle concedido el departamento de Oriente Medio la más alta calificación. Cuando su investigación se hizo pública en la prensa israelí, algunos veteranos judíos del ataque a Tantura lo demandaron por libelo y varios testigos judíos se desdijeron.

Katz había roto el tabú de la limpieza étnica que dio origen a Israel y que los palestinos lamentan como Nackba -la catástrofe.

Sin esperar a que el caso llegase a los tribunales, la universidad borró el nombre de Katz de su lista de honor. Entre rumores de que era un traidor y bajo presión de su familia y amigos, Katz, un sionista devoto que vivía en un kibbutz, se disculpó. Doce horas después se retractó de sus disculpas.

El profesor Ilan Pappe es uno de los pocos que han leído todas las transcripciones de las más de 60 horas de grabación de las declaraciones de los testigos oculares realizadas por Katz. "Incluyen", escribió, "descripciones horrendas de ejecuciones, del asesinato de padres delante de sus hijos, de violaciones y torturas." Describe la tesis de Katz "como un trabajo sólido y convincente cuyos defectos no le hacen perder su validez esencial". Los defectos, dice, se reducen a cuatro errores sin importancia. Pero la importancia de la investigación de Katz reside en la luz que arroja sobre la historia de Israel en lo que se refiere a "la expulsión, directa e indirecta, de unos 750000 palestinos, la destrucción sistemática de más de 400 pueblos y decenas de barrios, así como la comisión de unas 40 masacres de palestinos desarmados".

A pesar de que otros destacados intelectuales apoyaron a Katz, sobre el caso cayó un silencio y una hostilidad familiares para aquellos que rompen las filas académicas y políticas en Israel. Desde la reelección de Ariel Sharon el año pasado, esta hostilidad es tal que ni siquiera se perdona a los héroes nacionales. El mes pasado, Yaffa Yarkoni, la "Vera Lynn de Israel", cuyas emotivas y melancólicas canciones han celebrado el triunfalismo sionista desde 1948 hasta el día de hoy, perdió su enorme popularidad de la noche a la mañana al decir que los soldados israelíes no deberían estar escribiendo números en los brazos de los palestinos. "¿No es lo mismo que hicieron los alemanes?", preguntó. Un titular de un periódico la llamó "enemiga del pueblo" mientras que un editor dijo que "se ha unido a los nuevos antisemitas de Europa".

Al desafiar a la visión sionista del pasado de Israel, Illan Pappe es uno de los "nuevos historiadores" de Israel, un crítico valiente y distinguido. Ha comparado el estado de Israel a la Sudáfrica del apartheid, con sus "bantustanes" palestinos y la plétora de controles humillantes que restringen ahora el movimiento de la gente dentro de su propia comunidad. Dice que el objetivo de Sharon es comenzar la expulsión masiva de los palestinos hacia el otro lado del Jordán; solo hace falta un pretexto. Según una encuesta, el 44 por ciento de los israelíes apoyan esta última "limpieza", conocida como "transferencia", otro eufemismo heredado del pasado. En 1948, David Ben-Gurion, el primer ministro fundador de Israel, escribió, "Hemos logrado nuestro asentamiento mediante la transferencia de la población [palestina]".

Pero no del todo. La noción de una "transferencia final" cuenta con el apoyo de varios miembros del gabinete del gobierno del Likud, de miembros dirigentes del Partido Laborista y de profesores y comentaristas de los medios. " Muy pocos se atreven a condenarla", dice Pappe. "Se ha cerrado un ciclo. Cuando Israel tomó el control de más del 80 por ciento de Palestina en 1948, lo hizo mediante la ocupación y la limpieza étnica. El país tiene un primer ministro que disfruta de un amplio apoyo popular y que quiere determinar por la fuerza el futuro del 20 por ciento que queda".

Ahora podría tocarle al Profesor Pappe el turno de ser expulsado de la Universidad de Haifa. En una carta abierta hecha pública hace dos semanas, escribe que el decano del departamento de humanidades ha exigido su expulsión por haber criticado a la universidad por el caso Katz, pero el problema viene de lejos, pues Pappe ha sido un opositor constante a la ocupación militar israelí de Palestina. Describe al "tribunal" universitario que amenaza con castigarlo como una "charada McCarthysta". Ha hecho un llamamiento a "las universidades de todo el mundo par que debatan un boicot a las instituciones israelíes, dado su desprecio por los principios básicos de la libertad académica y la investigación imparcial". Dice que sólo la condena internacional, libre de la intimidación que iguala la crítica a Israel con el antisemitismo, romperá el silencio acerca de "los hechos horrendos de 1948, y así evitará que se repitan".

En Israel, otras personas, tan valientes como Ilan Pappe, están también bajo una presión cruda e insidiosa. En Ha'aretz, el equivalente israelí del Guardian, dos periodistas israelíes, Amira Hass y Gideon Levy, han informado constantemente sobre la impopular verdad acerca de la ocupación del 22 por ciento restante de la Palestina conquistada en 1967. Viven a diario con amenazas y recibiendo correo expresándoles odio. Al defender las más valerosas tradiciones de la humanidad judía, necesitan la solidaridad internacional.

El último libro de John Pilger, The New Rulers of the World (Los nuevos amos del mundo), ha sido publicado recientemente por Verso.

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