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Indybay Feature
"Misión contra el terror"
"Cuba entregó información al FBI sobre organizaciones terroristas y EEUU detuvo a los Cinco que la consiguieron..."
El documental acerca de los Cinco cubanos: "Misión contra el terror", puede verse en:
http://es.arcoiris.tv/modules.php?name=Unique&id=824
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Red terrorista funciona abiertamente en Estados Unidos
Por Jane Franklin - ZNet
Hace tres años, el presidente Bush dijo que su Guerra contra el Terror perseguiría a los terroristas “en cualquier rincón oscuro del mundo”, pero no ha hablado de Miami donde durante décadas grupos terroristas han llevado a cabo una campaña contra Cuba de ataques relámpago, sabotajes, infiltración de agentes armados, asesinatos, etc. Después del fracaso de la invasión de la CIA de 1961, en la que utilizó a emigrados cubanos en la Bahía de Cochinos, la CIA probó otro plan, la Operación Mangosta, que antes de también fracasar, condujo directamente a la Crisis de los Misiles de octubre de 1962.
Luego, durante años, con cerca de 300 agentes que operaban desde de una estación de la CIA establecida en la Universidad de Miami bajo el código JM WAVE, empleó a miles de emigrados cubanos en su esfuerzo por derrocar al gobierno cubano. Esas actividades encubiertas, el embargo comercial abierto y la prohibición de viajar, constituyen un continuo Estado de Sitio contra la isla situada a 90 millas de Florida.
Hasta la fecha, grupos con nombres como Alpha 66 y F4 operan con impunidad. Incluso alardean de sus proezas en la televisión. Después de un ataque contra un hotel en La Habana en 1992, Tony Bryant, jefe de Comandos L, anunció en una conferencia de prensa los planes para más ataques contra la industria turística de Cuba, que se estaba convirtiendo en un puntal de la economía cubana después del colapso de la Unión Soviética. Bryant advirtió a los turistas que se quedaran lejos de la isla, declarando: “Desde este momento, nos encontramos en guerra”, y agregó: “La Ley de Neutralidad no existe”.
El año pasado, en el Canal 41 de Miami, Oscar Haza llevó a su programa al jefe de Comandos F4, Rodolfo Frómeta, que describió planes permanentes de ataques armados contra Cuba. En la actualidad, otro país se ha convertido en objetivo de los terroristas con base en EE.UU: junto con F4 en el programa de Haza estuvo el antiguo capitán del ejército venezolano Eduardo García, que estuvo involucrado en el golpe de 2002 que depuso brevemente al presidente venezolano Hugo Chávez. García elogió a los Comandos F4 por su ayuda en sus continuos esfuerzos por derribar al gobierno venezolano. Se entrenan juntos en los Everglades de Florida.
Entre los primeros emigrados cubanos que se hicieron agentes de la CIA estaban Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, dos de los terroristas más tristemente célebres del Hemisferio Occidental. Posada se jactó en 1998 ante periodistas del New York Times: “La CIA nos enseñó todo – todo”. “Nos enseñaron a usar explosivos, cómo matar, poner bombas, nos entrenaron en actos de sabotaje”.
Cuando George Bush padre llegó a ser director de la CIA en 1976,, Bosch fundó el CORU (Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas,), un grupo coordinador para la realización de acciones terroristas contra Cuba así como contra países e individuos considerados como amigos de Cuba. Posada participó junto con CORU en una serie de ataques con bombas en varios países.
Su "éxito" más espectacular ocurrió en octubre de 1976 cuando dos bombas hicieron estallar un avión cubano de pasajeros unos pocos minutos después de su despegue de Barbados, matando a las 73 personas que se encontraban a bordo. Bosch y Posada, que habían trabajado anteriormente con los servicios de inteligencia venezolanos, fueron arrestados rápidamente en Venezuela como cerebros de esta matanza y juzgados por tribunales militares, no civiles.
En su autobiografía, “Los caminos del guerrero”, Posada nombró a los principales patrocinadores financieros, cubano-estadounidenses extremadamente acaudalados, pilares del terror: Jorge Mas Canosa, Pepe Hernández y Feliciano Foyo. Mas Canosa llegó a ser presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana [CANF, por sus siglas en inglés] fundada en 1981 por la Administración Reagan. CANF, el grupo derechista cubano-estadounidense más rico e influyente, hizo campaña por la liberación de Bosch. El 25 de marzo de 1983, mientras Mas Canosa encabezaba un comité para interceder por su liberación, la Comisión de la Ciudad de Miami proclamó el “Día Orlando Bosch”. En 1986, un político derechista cubano-estadounidense, fue colocado en Venezuela como embajador de EE.UU. Así se aseguró la liberación de Bosch.
Cuando salió de prisión al año siguiente, Bosch volvió a Miami, donde fue detenido por una violación en 1974 de la libertad condicional, relacionada con su condena por disparar una bazooka en 1968 contra un carguero polaco fondeado en Miami. Saludado en Miami como héroe, la causa de Bosch fue defendida en 1989 por la republicana Ileana Ros-Lehtinen, en camino a convertirse en la primera cubano-estadounidense en el Congreso, y por Jeb Bush, el hijo del presidente que fue jefe de la campaña de Ros-Lehtinen. En 1990, el presidente Bush padre liberó a Bosch de la detención a pesar de que el Departamento de Justicia había ordenado que Bosch fuera “excluido y deportado” de Estados Unidos.
En su orden de deportación, el Fiscal General Adjunto Joe D. Whitley escribió: “Durante 30 años Bosch se ha mostrado resuelto e inquebrantable en su propugnación de la violencia terrorista. Ha amenazado con y ha realizado actos terroristas violentos contra numerosos objetivos, incluyendo países amigos de Estados Unidos y sus más altos funcionarios. Ha expresado repetidamente y demostrado su disposición a causar heridas y muerte indiscriminadamente. Sus acciones han sido las de un terrorista, irrestricto por leyes o la decencia humana, amenazando e infligiendo violencia sin consideración por la identidad de sus víctimas”.
En su vida en libertad en Miami, Bosch ha continuado sus operaciones terroristas. En febrero de 2004, durante una larga entrevista televisada en el Canal 22, Bosch justificó el atentado del avión civil cubano y alardeó sobre su papel en once intentos de realizar ataques militares contra Cuba en los 10 años anteriores y sus tres intentos de asesinar al presidente Castro: en Chile, Nicaragua y España. Bosch recibe ovaciones en Miami cada vez que aparece en la escena pública con políticos importantes. Es una celebridad terrorista.
Por lo tanto, no sorprende ahora que Posada esté solicitando asilo, que naturalmente espera que George Bush Jr. le otorgue por su devoto servicio a la CIA, como señala su abogado. Después de todo, no es menos terrorista que Bosch. En 1985, nueve años después del atentado contra el avión de pasajeros cubano, Posada escapó de la prisión venezolana gracias a un soborno pagado por Mas Canosa. Posada fue a El Salvador, donde ayudó a otro agente cubano-estadounidense de la CIA, Félix Rodríguez, a dirigir la ayuda a los contras en Nicaragua, una operación ilegal dirigida desde la Casa Blanca por el coronel Oliver North.
Rodríguez, otro incondicional de Miami, era agente de la CIA antes de la invasión de Bahía de Cochinos. Se jacta de que estuvo presente en Bolivia en la ejecución de Che Guevara y usa orgullosamente el reloj de Guevara como recuerdo. En mayo de 1987, Rodríguez testimonió ante los comités del congreso que investigaban el mal llamado “Asunto Irán-Contra” sobre sus reuniones en 1985 y 1986 con el entonces vicepresidente Bush. Cuando se le preguntó sobre "Ramón Medina", Rodríguez alardeó que “Medina” era Posada, “un buen amigo mío”. Testimonió que había llevado a Posada a El Salvador porque este “hombre honorable” “merecía estar libre”. No le hicieron más preguntas.
Durante el período entre octubre de 1984 a octubre de 1986, cuando la ayuda de EE.UU. a los contras fue prohibida por la Enmienda Boland, Phyllis Byrne, secretaria en la oficina del vicepresidente Bush, preparó una solicitud de rutina (16 de abril de 1986) para que Bush se reuniera con Rodríguez a fin de que Rodríguez pudiera “informar al vicepresidente sobre la situación de la guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”. Poco después, Byrne preparó un memorando (30 de abril de 1986) para informar a Bush sobre la reunión que el vicepresidente tendría el 1 de mayo: “Félix Rodríguez, un experto en contrainsurgencia que viene de visita de El Salvador, dará una información sobre la situación de la guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”.
Después de la denuncia del ilegal “Asunto Irán-Contra”, Posada trabajó para el presidente guatemalteco Vinicio Cerezo, vigilando a los propios militares de Cerezo en búsqueda de signos de un posible golpe de estado o asesinato. En 1997, el Miami Herald informó que Posada había estado involucrado en una campaña de atentados con bombas contra el presidente hondureño Carlos Roberto Reina, que estaba dispuesto a mejorar las relaciones con Cuba. Posada fue obligado a abandonar Honduras en 1995 acusado de haber hecho estallar 41 bombas en un solo año – casi una bomba por semana.
En una prolongada entrevista con periodistas de New York Times publicada el 12 y el 13 de julio de 1998), Posada alardeó de que pagó a un mercenario de El Salvador para que hiciera atentados con bombas en hoteles de La Habana en 1997, matando a un italiano, Fabio di Celmo, e hiriendo a varias personas antes de que la policía cubana capturara al terrorista. Sobre di Celmo, Posada se desentendió: “Ese italiano estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado”.
En 1960, la CIA lanzó una masiva campaña para asesinar a Fidel Castro, y tanto Posada como Bosch, trató repetidamente de matar al líder cubano. En el año 2000, el presidente Castro asistió a la reunión de la Cumbre Ibero-Americana en Ciudad de Panamá. Poco después de llegar, anunció que Posada y otros tres cubano-estadounidenses se preparaban en ese preciso momento para hacer estallar una bomba que no sólo mataría al presidente cubano sino a cientos de panameños, sobre todo estudiantes, a los que se dirigiría en un auditorio universitario. Gracias a los agentes cubanos, se entregó a la policía panameña la ubicación exacta de los terroristas, que los arrestó y se apoderó de sus explosivos C-4, pasaportes falsos, etc.
Gracias a que funcionarios de inteligencia cubanos descubrieron el plan, más de 2.000 personas asistieron al discurso de Fidel Castro sin morir o ser heridas. ¿Cómo supo Cuba de la conspiración y pudo salvar todas esas vidas? A través de agentes cubanos que se infiltran en los grupos terroristas. En 1998, un año después de la campaña de atentados de Posada en hoteles de La Habana, funcionarios cubanos recibieron información sobre terrorismo que consideraron debería ser conocida por el FBI. Entregaron esa información al FBI. ¿Arrestó el FBI a los terroristas? No, el FBI arrestó a los cubanos en Miami que habían reunido la información y los calificó a ELLOS de terroristas.
Un jurado de Miami condenó a los Cinco, y un juez de Miami les aplicó largas sentencias: Gerardo Hernández (dos cadenas perpetuas más 15 años), Ramón Labañino (perpetua más 18 años), Antonio Guerrero (perpetua más 10 años), Fernando González (19 años), y René González (15 años). Siguen recluidos en prisiones separadas repartidas por Estados Unidos, esperando la decisión de una Corte de Apelaciones. Es su recompensa por tratar de proteger a la gente contra los terroristas. Otros agentes de inteligencia cubanos, por supuesto, continuaron necesariamente investigando a los terroristas y pudieron impedir la importante conspiración en Ciudad de Panamá a pesar de que los Cinco estaban encarcelados.
Panamá no acusó a Posada y a su banda por intento de asesinato sino sólo por posesión de explosivos, asociación ilegal con intención de cometer un crimen, falsificación de documentos, y peligro para la seguridad pública. Después de su condena, la presidenta panameña Mireya Moscoso, a punto de dejar su cargo en agosto de 2004, los perdonó... Los tres co-conspiradores de Posada fueron recibidos en Miami como héroes. Los tres tienen un historial que inspira miedo:
Pedro Remón, miembro de Omega 7, fue acusado en 1985 de dos asesinatos: el del cubano estadounidense Eulalio José Negrín, que apoyó El Diálogo con Cuba en 1979, quien fue muerto a tiros frente a su joven hijo en su casa en Nueva Jersey; el del diplomático cubano en Naciones Unidas Félix García Rodríguez quien fue muerto a tiros cuando se detuvo ante un semáforo en rojo en Queens, Ciudad de Nueva York. El asesinato del diplomático cubano obligó al FBI a hacer algunos arrestos por sus repercusiones internacionales. En negociaciones con la fiscalía, Remón aceptó su culpabilidad en el estallido de una bomba en la misión cubana ante Naciones Unidas y en el intento de asesinar al embajador de Cuba ante Naciones Unidos, Raúl Roa Kouri. Fue sentenciado a 10 años.
Guillermo Novo y su hermano Ignacio Novo dispararon en 1964 una bazooka contra el edificio de la Asamblea General de la ONU donde hablaba Ernesto Che Guevara. En 1979 Guillermo Novo fue culpado por el asesinato mediante una bomba en su coche, de Orlando Letelier, en 1976 en Washington DC quien fue ministro del gobierno del presidente de Chile, Salvador Allende, y de su asesora, Ronni Moffitt, pero fue absuelto en una revisión de la causa en 1981. El jurado federal lo consideró culpable de dos acusaciones de perjurio ante un jurado de acusación. Jorge Mas Canosa lo contrató posteriormente para trabajar en la “Comisión de Información de la CANF”.
Gaspar Jiménez asesinó a un diplomático cubano en México. Fue acusado por el atentado con coche bomba de 1976 de Emilio Milián en Miami pero las acusaciones fueron retiradas. Milián, un comentarista de radio que había criticado el terrorismo de los emigrados derechistas cubanos, perdió ambas piernas. Jiménez trabajó después para el Dr. Alberto Hernández, el médico de Mas Canosa y patrocinador financiero de Posada. En su entrevista con periodistas de New York Times, Posada dijo que Jiménez fue el correo que llevó dinero de Mas Canosa a Posada con el mensaje: “Esto es para la iglesia”.
“¿Qué pasa con Posada? Sigue fugitivo y tanto Cuba como Venezuela buscan su extradición. En Cuba y en otros países (por ejemplo Guayana e Italia), familiares de víctimas de Posada esperan justicia, ya sea su extradición a Cuba o a Venezuela o su juicio por un tribunal internacional.
Según el presidente Bush, toda nación que ofrece refugio a terroristas es un estado terrorista. Estados Unidos ha cumplido evidentemente con ese criterio, pero no se le otorga mucha atención. Ahora, si Posada, cuyo pedido de asilo ha recibido atención mundial, recibe refugio de EE.UU., significará que Bush proclama descaradamente que Estados Unidos cumple con su propia definición de una nación terrorista.
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Entrevista a Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, uno de los cinco "héroes" cubanos presos en EEUU
"Cuba entregó información al FBI sobre organizaciones terroristas y EEUU detuvo a los cinco que la consiguieron"
Julio Castro / Javier Parra
laRepública.es
El 12 de septiembre de 1998, cinco ciudadanos cubanos eran detenidos en Estados Unidos. Se dijo que eran espías, que eran terroristas al servicio del Gobierno de Cuba, que eran agentes infiltrados para atentar contra la seguridad nacional de los EEUU, se les culpabilizó de una serie de delitos que luego, mostraron no tener base legal alguna, más que remotamente en el origen de la historia, de un intento de prevenir las acciones terroristas de diversos grupos antirrevolucionarios de Miami, consiguiendo información que luego, los propios representantes de la seguridad cubana, traspasaban a los agentes del FBI norteamericano a fin de intentar prevenir cualquier posible desastre provocado por estos grupos violentos. Ellos son Gerardo Hérnandez Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort Es lo que se conoce ya internacionalmente como el caso de Los Cinco Cubanos.
Hoy día, tras haber sufrido numerosos años de prisión, amenazas, tortura, aislamiento, separación de sus familias, un juicio injusto sin las menores garantías, se encuentran aún en prisión. Un tribunal compuesto por tres jueces de rango superior dictaminó la invalidez de todo el proceso por ausencia de garantías, y revocó las numerosas sentencias de cadena perpetua que pesan sobre los cinco.
La corte superior, formada por doce jueces les devuelve el caso, y les pide que obvien las garantías del juicio y se pronuncien sobre la culpabilidad. Muchas pruebas siguen siendo clasificadas para la defensa. Pero el proceso aún puede durar muchos años.
La mujer de uno de ellos, Adriana, que lleva sin ver a su marido ocho años, concede una entrevista a laRepública.es en la residencia del embajador de Cuba en Madrid, donde se encuentra de visita. La entereza de esta mujer, y lo irrenunciable de su causa, así como la convicción de la injusticia de lo que ocurre, dejan plantado al que la escuche, pero ella lo tiene muy claro: va a seguir hasta el final, y nosotros hemos querido traer parte de su relato a nuestras páginas. Pero lo que más llama la atención es la solidaridad con los otros familiares de los presos cubanos: en ningún momento quiere personalizar en Gerardo, su marido (con mayor número de condenas que otros), la situación de penuria que viven.
Ante todo, bienvenida a España, y gracias por recibirnos y concedernos esta entrevista. Estamos interesados desde el diario laRepública.es en el tema que vamos a tratar, acerca de Los 5. Tú conoces, ya va a hacer unos 20 años a Gerardo, ¿verdad? ¿De dónde sois?
Soy de la ciudad de La Habana, igual que él. Realmente los 5 son de la capital, pero bueno, ya han pasado a extenderse a toda Cuba y al mundo.
¿Cuáles son vuestras profesiones?
Yo soy Ingeniera Química, Master en Alimentos, y Gerardo es Licenciado en Relaciones Internacionales, y bueno, después de todo lo que sucedió en la década de los ’90 tuvo que renunciar a ejercer su trabajo y su profesión, para dedicarse a buscar la información de estos grupos terroristas radicados en Miami.
¿Qué acusaciones pesan ahora mismo sobre tu marido?
Las acusaciones, podríamos hablar no sólo de las de Gerardo, existen varios cargos que fueron imputados a los 5, son los cinco cubanos que trabajaban en el sur de la Florida, buscando información de organizaciones no gubernamentales terroristas radicadas allí, y sin contar realmente con prueba alguna, fueron acusados de cargos de conspiración para cometer asesinato en primer grado (que es un cargo que solo tiene Gerardo) por el derribo de las avionetas en pleno vuelo en el año 1996, avionetas que sobrevolaban el espacio aéreo cubano desde el año ’95, y en un acto soberano de defensa del espacio, el Gobierno cubano decidió el derribo de estas avionetas. Siempre después de múltiples notas informativas al Gobierno de Estados Unidos, y dando a conocer que estaba sucediendo, y que tomaríamos medidas si eso no cesaba.
Y Gerardo, sencillamente, es el único que tiene este cargo, que aparece varios meses después de su detención (fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998) y en la primera imputación no aparece el cargo de conspiración para cometer asesinato en primer grado. Aparece luego en mayo de 1999, dando con ello el comienzo de un caso de marcado carácter político.
Después de esto existen otros casos (Gerardo no es responsable de éste, porque, además, no fue probado que tuviera intención de informar al Gobierno cubano del sobrevuelo de estas avionetas, ni que disparara los misiles, o sea, que estuviera de forma activa participando en la decisión que tomó el Gobierno, y esta no es más que la forma de castigar al Gobierno cubano y al pueblo en la figura de Gerardo para este cargo, que le proporciona una de las dos cadenas perpetuas que tiene, además de los quince años a que fue condenado. Está el cargo de conspiración para cometer espionaje, que lo tiene Gerardo , Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los cuales, también tienen cadena perpetua por estos cargos y varios años por el resto de los cargos.
Podríamos hablar de otros cargos menores, como el uso de falsa identidad (de hecho el uso de falsa identidad sólo lo tienen tres que son Gerardo, Ramón y Fernando, porque René y Antonio, como ciudadanos norteamericanos, podían hacer uso de su propia identidad). No hay duda de que este es un mecanismo que se usa para protegerte y proteger a tu familia ante este trabajo que se estaba realizando. Y aunque es un delito usar falsa identidad, ninguno de ellos la utilizó para hacer daños a Estados Unidos, ni a ningún otro Gobierno (algo que pudo tenerse como atenuante en el proceso, y ni siquiera se contó con esa facilidad).
Están otros cargos como el de “agentes no declarados ante el gobierno norteamericano”, que lo tienen los cinco porque es imposible pensar que si Cuba, que había estado durante muchos años denunciando las acciones terroristas contra Cuba, quiénes eran estas organizaciones, quiénes la integraban, de qué forma actuaban, y el Gobierno norteamericano nunca tomó alguna medida, y tuvimos como cubanos, al fin, la necesidad de buscar hombres como estos para protegernos de este tipo de acciones... pudiéramos contar con que al registrarse ante el Gobierno de Estados Unidos, pudieran contar con todas las garantías.
De hecho, esto lo demuestra el ejemplo, que en junio de 1998, Cuba, en un contacto con el FBI, en la propia ciudad de La Habana, le entregó a agentes de este organismo un grupo de informaciones numerosas dándoles información de todas estas organizaciones (nombres, dónde radicaban, cómo operaban, que intenciones tenían, todo lo que habían hecho…) y sin embargo, contábamos con que el Gobierno norteamericano pusiera fin a estas acciones, y se pronunciaron con el hecho de que en pocos meses darían una respuesta.
La respuesta llegó, efectivamente; no era la respuesta que esperábamos, ya que no detuvieron estas acciones, y lo que se hizo fue buscar a quiénes podían haber dado este tipo de informaciones a Cuba. De hecho, monitorizaron las acciones de los cinco, fueron llevados a prisión, y sin embargo hay algo muy importante: aunque esta conversación fue con el FBI, y en ningún momento se pudieron desvelar cuáles eran las fuentes de información, el FBI decidió llevar a prisión a estos 5 hombres, pero siempre con la anuencia de los Congresistas de Miami. Sin embargo, hay declaraciones públicas del aquel entonces jefe del FBI de Miami, que decía que le había resultado muy difícil convencer a los funcionarios de niveles superiores del FBI para detener a estos cinco hombres, porque no había prueba alguna de que el trabajo de ellos actuara contra la seguridad de Estados Unidos. Sin embargo, la respuesta fue llevarlos a prisión solamente a solicitud de los Congresistas y de la comunidad radicados en Miami.
No obstante, cabe la posibilidad de que hubieran podido obtenerse pruebas de la participación de diferentes Agencias del Gobierno de los Estados Unidos en estas acciones (tal vez es solamente una elucubración) o son más bien autoridades locales de la Florida las que se inmiscuyen en esto.
Estamos hablando fundamentalmente de esas organizaciones radicadas en Miami (Hermanos al Rescate, el Grupo Alfa 66 –grupo con gran número de acciones terroristas contra Cuba y bien clasificadas-, el Grupo Democracia, y un grupo más de organizaciones que son organizaciones no gubernamentales) Sin embargo hay una gran contraposición también, porque son organizaciones que, supuestamente, no responden a los intereses de Estados Unidos, y sin embargo, muchos de sus miembros se sientan al lado del propio Presidente.
Son personas que han actuado a favor de la posición del Gobierno de EEUU, que reclaman la acción armada contra Cuba, que aportan económicamente a los fondos de esta Administración… entonces, cabe pensar que no son tan independientes del Gobierno norteamericano. Cabe pensar también que si Orlando Bosch o Posada Carriles, que se encuentran también en territorio norteamericano y el primero fue autorizado a estar hoy día libremente en Florida, siendo autor del derribo del avión de Cubana de Aviación en el año ’76, estamos ante la segura convicción de que son amparados y protegidos por el Gobierno norteamericano.
¿Estos grupos siempre estuvieron junto al Gobierno norteamericano o con los gobiernos de los Bush, más proclives a este tipo de acciones?
Podemos decir que siempre han estado junto al Gobierno norteamericano. Nosotros no estamos hablando de acciones terroristas de la década de los ’90, sino de acciones que van más allá de 40 años, desde que la Revolución triunfa. Y sin embargo, en los ’90 se incrementan estas acciones terroristas por la situación económica que comienza a vivir Cuba tras la caída del campo socialista. Es una forma que se utilizó para acabar con la revolución, con el sistema, y sin embargo, estas acciones tomaron mucho auge durante esa época, y contábamos entonces con estos cinco hombres que tuvieron que renunciar a vivir de forma tranquila, profesionalmente activa en Cuba para buscar estas informaciones, ya que no habíamos logrado que el Gobierno de Estados Unidos protegiera a Cuba.
Podemos hablar de múltiples acciones, pero no sólo acciones propiciadas contra Cuba: fueron acciones contra cualquier organización cubana, aún en el exterior, contra cualquier persona que pudiera aportar cualquier tipo de ayuda, o aún simpatía con Cuba, y podemos hablar también del caso de Orlando Letelier, el canciller de Chile en aquel momento cuando estaba Allende en el poder, y que resultó muerto por una de estas acciones terroristas en el año 1976, cuando iba acompañado de su secretaria que era norteamericana. Podemos hablar de diferentes bombas a sedes diplomáticas cubanas en distintos países, incluyendo Estados Unidos, dónde también hubo acciones contra agencias de carácter de amigas de Cuba, y simplemente estaban en territorio norteamericano. En fin, las acciones terroristas no eran solo contra territorio cubano, sino contra cualquier amigo de Cuba, o cualquier organización que perteneciera a Cuba.
Volviendo un poco al tema de los 5, y más concretamente al caso de Gerardo que te toca más de cerca: en el momento de su detención, ¿dónde te encontrabas tú, estabas en La Habana…?
Bueno, nosotros, aunque Gerardo sea mi esposo, nos resulta muy difícil hablar de forma independiente. De hecho, ellos cinco han actuado como si fueran uno solo. De hecho, no hay duda de que el que ninguno de los cinco decidiera negociar sus cargos con la fiscalía, pone de manifiesto sus principios, la fortaleza y la unión que tenían desde todo punto de vista. Por eso a nosotros nos resulta difícil hablar de uno solo aunque sea mi esposo.
Pero sí, efectivamente, nos encontrábamos en Cuba, no sólo yo, sino también el resto de los familiares, excepto la esposa de René, que sí vivía con él en Estados Unidos. Yo vivía en Cuba, no conocía del trabajo que realizaba Gerardo, porque, por supuesto, era un trabajo que necesitaba de todo tipo de discreción y todo tipo de silencio para lograr los objetivos que realmente necesitábamos.
Cuando lo supimos, por supuesto, fue un golpe muy duro. Conocíamos en ese momento que había sido detenida una red que se dedicaba a buscar información, pero la prensa no lo dio de esa manera: siempre los clasificó como espías, lo cual resultaba ya un castigo sin haber recibido un juicio, y ninguno de los cinco fue acusado por espía.
Los tres tienen cargo de conspiración para cometer espionaje. De hecho, para cometer espionaje se deben cumplir varios requisitos que son haber conseguido información de carácter militar, de carácter clasificado, para atentar contra la seguridad de un país, y ninguno de ellos tuvo esta misión ni logró tener este tipo de información: toda era información pública, de carácter público, de estas organizaciones y no del Gobierno.
Para nosotros fue un golpe durísimo, y a partir de ahí teníamos que empezar a valorar cuál era la intención del Gobierno de Estados Unidos con esta detención, donde no había nada que atentara contra la seguridad de su país, y sin embargo el hecho de que los abogados de la defensa intentaran cambiar el lugar de celebración del juicio nos ponía a nosotros ante la difícil realidad de que sabíamos que no íbamos a obtener ningún tipo de garantías legales, ya que celebrar un juicio en Miami rompía todo tipo de reglas de comportamiento jurídico, ya que es la ciudad más hostil en cuanto a las relaciones Cuba-EEUU.
De hecho, allí radican estas organizaciones, y es muy difícil encontrar un jurado imparcial, personas que de alguna manera no tengan algún vínculo con esta mafia terrorista, porque ellos tienen un gran poder económico, y manejan muchas de las firmas comerciales radicadas en Miami.
De hecho se pudo comprobar que después de un largo período de procesos (uno de los más largos de EEUU) no se obtuvo un veredicto de inocencia, aunque las pruebas presentadas demostraron la inocencia de estos cinco hombres.
El Jurado, tras siete meses de juicio, sin hacer ninguna pregunta, sin tener ninguna duda, tomó la decisión unánime de encontrar culpables de todos los cargos a los cinco acusados. Y nosotros sabíamos desde un principio que era imposible obtener justicia en la ciudad de Miami.
Parece que el Tribunal de Atlanta echó marcha atrás y pidió la anulación del juicio y las condenas, así como el sobreseimiento de los cargos que pesan sobre los inculpados. ¿En qué momento estamos?
Realmente, estamos en la fase de apelación, que comienza desde que fueron condenados en diciembre de 2001. Como en la legislación norteamericana no hay un plazo límite para emitir veredictos o tomar decisiones respecto al proceso esto nos ha tomado hasta la fecha sin una resolución justa. En 2005, el panel compuesto por tres jueces del Circuito de Atlanta, emite un veredicto favorable, justo, profesional, ético, anulando el juicio porque la sede no había sido el lugar más indicado para celebrarlo. Revocan también las condenas de cadena perpetua a todos, y estábamos ante la solicitud de un nuevo juicio en otra sede. Pero la Fiscalía optó por la apelación, llevándolo al panel en pleno de los doce jueces de Atlanta. Transcurrió un año más. Estos jueces sólo revisan la decisión acerca de la sede de celebración del juicio, y en una decisión sorprendente por los argumentos, y revocan la sentencia de los tres jueces, pidiendo la revisión de todo el proceso por parte de los tres jueces.
Esto tiene la finalidad de alargar el proceso, impedir que vayamos al Tribunal Supremo, ya que se dictamina la devolución a los tres jueces. Esto puede llevar años hasta que los jueces (que ya sólo son dos al estar uno enfermo y de baja) tomen la decisión, pero además, luego se seguiría recurriendo a los diferentes pasos propuestos por la Justicia.
Y ya llevan ocho años en prisión por cargos que no fueron probados. El elemento psicológico sigue siendo importante, ya que no han cesado en la tortura psicológica contra ellos cinco, pese a que están condenados a largas penas. El contexto político de la Administración Bush sigue siendo bastante hostil, y la forma en que el Gobierno estadounidense ha mantenido el silencio es muy intencionada, porque sin duda, la voz de estos cinco hombres era la que pretendía denunciar la política de protección al terrorismo que había dado EEUU a estas organizaciones que habían actuado contra Cuba durante tantos años.
Esto pone de manifiesto la hipocresía, la doble moral del Gobierno de EEUU, que se demuestra también en la situación de Posada Carriles hoy en día. Se demuestra también en que después del 11-s, se haya condenado a estos hombres a esas largas penas.
Lo que estamos viendo, entonces, es que en el país más democrático del mundo, no hay una democracia, puesto que los poderes legislativo y judicial están obedeciendo a las presiones de una cabeza política.
De hecho, eso está claro para los que pueden leer y documentarse, pero no olvidemos que la prensa de hoy día se subordina a los intereses de EEUU y se escribe y se da la información que ellos necesitan que los lectores tengan, y por eso es imposible que la mayoría de la población, aún con un nivel cultural elevado sepan de estos hechos.
Por eso hemos necesitado hacer un trabajo persona a persona para ir informando sobre esta situación (y sobre otras más, pero, para nosotros, fundamentalmente, la que se refiere a nuestros familiares).
No olvidemos que estos cinco hombres, cuando fueron detenidos, fueron interrogados durante largas horas sin contar con asistencia legal. Fueron llevadas a confinamientos solitarios durante 17 meses, cuando la ley plantea que este tipo de confinamientos son sólo para personas que han cometido indisciplinas o delitos dentro de la cárcel, y que no puede exceder por más de 60 ó 90 días.
En aquel entonces, los abogados de la defensa no pudieron contar (ni aún hoy) con todas las pruebas con las que dice contar la Fiscalía, ya que sólo se desclasificaron un 20% de las pruebas. Durante el confinamiento en solitario, los cinco bajaban a un local muy pequeño, muy cerrado a revisar las pruebas. Pero no podían ni siquiera tomar nota de lo que leían, lo que impedía preparar la defensa.
No disponían tampoco de la hora que se concede para salir de la celda a pasear o tomar el sol. Estuvieron aislados sin contacto físico con ninguna persona, ni siquiera entre ellos mismos. Algunos de ellos, al tener falsa identidad, no tuvieron conocimiento en sus familias hasta tres años después.
En el caso de René, fue mucho más difícil, ya que vivía con su esposa y sus hijas en Estados Unidos, ya que es ciudadano norteamericano, y a su hija menor que tenía cuatro meses cuando le encerraron, no le permitieron visitarle en prisión, a diferencia de otros familiares de presos. Un año más tarde le permitieron ver a sus hijas, y fueron muy crueles, porque le mantuvieron esposado a la silla. Su hija pequeña que no había visto nunca algo similar, lo confundió con un perro porque estaba encadenado, pero la madre le dijo que su padre no era un perro, que los perros ahí eran los guardias.
Es muy difícil para esa hija que hoy tiene ocho años, no haber visto más a su padre. Hoy vive en Cuba, y pese a ser ciudadana norteamericana no tiene derecho a verlo; es muy difícil para un menor enfrentarse a la hostilidad de la cárcel, y no puede ir con su madre, puesto que tanto ella como yo estamos impedidas de entrar al país por ser consideradas un peligro para la seguridad de Estados Unidos.
¿De qué manera podéis comunicaros con ellos?, ¿o no hay manera de comunicarse?
La forma de comunicarnos ha sido, fundamentalmente, por correspondencia. Correspondencia que, naturalmente está censurada. Está controlada. Nosotros nos comunicamos también a través de algún otro familiar que pueda viajar que nos pueda decir. Pero hay algo importante. No hay dudas de que cuando uno conforma una familia se conforma por el matrimonio y los hijos de ese matrimonio. En el caso de Gerardo, condenado a 2 cadenas perpetuas, el más joven de los cinco, tampoco tenemos hijos. Nosotros no tenemos hijos que podamos decir: bueno, nuestro hijo común puede ser nuestro enlace. Es muy difícil mantener la estabilidad emocional; el matrimonio, sólo con la comunicación de carta, después de una relación de 20 años que cumplimos dentro de unos días. Y 8 años sin vernos, más de 8 años sin vernos resulta muy difícil. Por eso es que le decíamos que la tortura psicológica no ha culminado, no ha cesado. Porque en la medida que se pueda presionar a este hombre con la situación familiar, es lograr un debilitamiento psicológico y físico porque por la propia ley norteamericana no sabemos cuando puede culminar el proceso legal.
En el caso de Olga y René, otro tanto sucede, porque además la familia de René fue utilizada como un chantaje contra él. La familia de René vivía allí como le he dicho, sin embargo a René le pidieron que firmara un acta de negociación haciéndose de responsable de los actos o culpando a sus compañeros teniendo en cuenta el status migratorio de su esposa. Quiere decir que si René hubiese firmado, cosa que no hizo, su esposa hoy estaría viviendo en Estados Unidos y René estaría en la calle. A René también le recordaron que su hija menor era ciudadana norteamericana y que podían quitarle su custodia. La custodia de su hija. Ante esa situación es imposible que su hija viaje sola a EEUU porque podríamos correr un gran riesgo. Pero dos años más tarde, después que René iba a comenzar el juicio, le recordaron nuevamente el status migratorio de su esposa y le conminaron a que firmara. René volvió a negarse y la respuesta fue llevar a su esposa a prisión durante 3 meses.
Pero hay algo que me gustaría contarles para que ustedes entiendan. Su esposa vivió desde el 98 hasta el 2000 en territorio norteamericano. Su esposa intentaba visitarlo los fines de semana en el Centro de Detención de Miami. Su esposa, por supuesto, era monitoreada en todas sus acciones por el FBI y el Gobierno norteamericano. Sin embargo, cuando René se niega a firmar en agosto de 2000, muy próximo a comenzar el juicio que debía ser en septiembre, su esposa es llevada a prisión y se la presentan frente a él vestida de presa y aún así, René se niega a firmar. Por supuesto, esto ya era un acto demasiado fuerte para las autoridades norteamericanas, que un hombre, con su familia, un hombre al que se le estaba amenazando, que además se le había alertado y se había cumplido con ponerle a su esposa delante, se siguiera negando. Pues su esposa fue procesada por cargos migratorios.
Su esposa tenía un status de residente permanente en EEUU, sin embargo termina siendo deportada en noviembre de 2000 cuando faltaban sólo unos días para comenzar el proceso judicial. Desde entonces vive en Cuba; no ha podido visitarlo, porque cada vez que ha pedido visa se le ha denegado por diferentes razones. Se la han negado por ser una supuesta terrorista, por ser un peligro para la seguridad de Estados Unidos, por ser una posible agente de inteligencia del gobierno cubano. Sin embargo, llama la atención en esto porque las dos hemos sido calificadas con los mismos argumentos en diferentes etapas, sin embargo yo no vivía en Estados Unidos. Pero Olga que vivió dos años más después de que su esposo fue detenido, en aquel momento no resultó un peligro para la seguridad de Estados Unidos. En aquel momento si su esposo firma no hubiese sido un peligro para la seguridad de Estados Unidos. ¿Por qué si fue procesada por cargos migratorios hoy el gobierno de Estados Unidos la condena con estos cargos que ni siquiera aparecieron en su acta de detención? Esto es una presión, esto es un maltrato. Y en el caso mío, igual. Yo ni siquiera vivía en Estados Unidos, yo ni siquiera he entrado a ese territorio, porque en la única oportunidad que me dieron visa no me dejaron entrar. Llegué hasta el aeropuerto, me detuvieron en el aeropuerto, me despojaron de todos mis documentos, me tomaron todas mis identificaciones físicas, fui interrogada por el FBI y después de 11 horas me retornaron a Cuba, sin poder seguir hasta California, donde estaba Gerardo esperándome. No me permitieron hablar con el cónsul cubano en Washington, no me permitieron llamar a ningún abogado y simplemente hasta el día de hoy sigo siendo calificada por diferentes razones.
Pero hago la marcada atención entonces en el año 2005: en agosto de 2005 se produce la decisión del panel de los 3 jueces, una decisión favorable decididamente, y en octubre yo tenía mi entrevista para solicitar visa. Por primera vez en la propia entrevista me dan la respuesta. Normalmente con los familiares se lleva un proceso diferente del resto de las personas que van a solicitar visa. Después de un largo periodo de trámites de solicitar la entrevista, que la pueden dar para dentro de muchos meses, cuando uno hace la entrevista te dan la respuesta. En nuestro caso nos mandan siempre a esperar, todos los familiares, a esperar la respuesta de Washington. En la oportunidad de octubre de 2005, en la propia ventanilla de la entrevista, me declaran como posible inmigrante a Estados Unidos, algo que podría dar mucha risa, porque realmente es imposible pensar que yo pueda ir a quedarme en Estados Unidos. Porque yo, mi único interés en viajar a ese país es poder hacer mi visita familiar a mi esposo condenado a dos cadenas perpetuas. Sin embargo en ese instante comienzo a ser una posible inmigrante a Estados Unidos. Pero es que en noviembre de ese propio año le tocaba la entrevista a Olga Salanueva, y en ese mismo mes se cumplían los 5 años de su deportación, que según la ley norteamericana, usted puede presentar un recurso apelativo para revocar esta condición o tener una anuencia del Departamento de Estado, para usted entrar a EEUU.
Pues con Olga fueron aún más crueles diciéndole en esa oportunidad, que tendrían que valorar el caso, que le pedían que hiciese una nueva visita a la Oficina de Intereses cuando ellos le avisaran para darle respuesta del análisis que ellos habían hecho. Por supuesto esto crea determinadas esperanzas, aunque nosotros conocemos cuales son las intenciones del Gobierno norteamericano, y prácticamente un mes después la respuesta para Olga fue contundente: una negativa sin posibilidades de volver a solicitar visa alguna durante toda su vida. Por supuesto están condenando a Olga a que no vea a René hasta dentro de muchos años, cuando él cumpla su condena. René está condenado a 15 años, ya ha cumplido 8. Pues el Gobierno norteamericano aspira a que ellos cumplan su condena, en el caso de él y de Fernando que tiene 15 y 19 años, podrían salir de la cárcel. Pero, ¿qué pasaría con los tres que están condenados a cadena perpetua? ¿Qué pasaría entonces con Gerardo que tendría que tener tres vidas para cumplir su sentencia? Dos de cadena perpetua, más quince años para podernos ver. ¿Pero en algún lugar del acto de sentencia quedó escrito que no ver a su familia, a sus esposas y a sus hijos era una condena más? En ninguno quedó escrito, por eso es que nosotros decimos que no han cesado las acciones violatorias de los derechos humanos, ni las torturas contra estos hombres.
Podemos hablar de otros casos. En el caso de Fernando… Fernando también es cubano, Fernando tenía falsa identidad, sin embargo la cárcel de Fernando no reconoce que Rosa Aurora su esposa, y Magali su madre, lo sean, y para poderlo visitar, después de obtener una visa de Estados Unidos, no existen garantías de que al llegar a la cárcel ellas puedan entrar, porque para eso tienen que tener un permiso adicional de la cárcel. ¿Qué pasa también con Antonio Guerrero? Antonio Guerrero está en una cárcel de máxima seguridad, sin embargo su madre para poderlo visitar, cuando ha estado allí, tampoco tiene garantías, de que en todas las oportunidades de visitas permitidas lo pueda ver. Porque Antonio fue trasladado de cárcel estando su madre de visita. Cuando fue al otro día le comunicaron que su hijo estaba siendo objeto de un traslado y que no lo podría ver. Su madre tuvo que regresar a Cuba y esperar prácticamente 18 meses para volver a viajar para ver a su hijo, que también iba a ser objeto de una operación que había pedido hacía muchos meses. Sin embargo trasladarlo para hacer la operación cuando su madre estaba allí. Operación que se realizó un mes después de traslado. ¿Qué intención había? Cortar la visita familiar.
En el caso de Ramón, también por el estilo. Su esposa viaja con sus tres hijas, dos de este matrimonio, la mayor de un primer matrimonio de Ramón, sin embargo en esta última visita Ramón era objeto de castigos porque en la cárcel se habían cometido indisciplinas en las que él no tenía nada que ver, pero como decimos nosotros pagan justos por pecadores y todos eran condenados de igual forma: sin visitas familiares, sin correspondencia, sin contacto con nadie, ni siquiera con sus abogados y era objeto de este tipo de sanción desde febrero último de este año. Sanciones que duraron hasta julio de este año. Su esposa sólo pudo hacer un par de visitas, muy restringidas, y de esta manera se han estado dando todas estas relaciones familiares.
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Red terrorista funciona abiertamente en Estados Unidos
Por Jane Franklin - ZNet
Hace tres años, el presidente Bush dijo que su Guerra contra el Terror perseguiría a los terroristas “en cualquier rincón oscuro del mundo”, pero no ha hablado de Miami donde durante décadas grupos terroristas han llevado a cabo una campaña contra Cuba de ataques relámpago, sabotajes, infiltración de agentes armados, asesinatos, etc. Después del fracaso de la invasión de la CIA de 1961, en la que utilizó a emigrados cubanos en la Bahía de Cochinos, la CIA probó otro plan, la Operación Mangosta, que antes de también fracasar, condujo directamente a la Crisis de los Misiles de octubre de 1962.
Luego, durante años, con cerca de 300 agentes que operaban desde de una estación de la CIA establecida en la Universidad de Miami bajo el código JM WAVE, empleó a miles de emigrados cubanos en su esfuerzo por derrocar al gobierno cubano. Esas actividades encubiertas, el embargo comercial abierto y la prohibición de viajar, constituyen un continuo Estado de Sitio contra la isla situada a 90 millas de Florida.
Hasta la fecha, grupos con nombres como Alpha 66 y F4 operan con impunidad. Incluso alardean de sus proezas en la televisión. Después de un ataque contra un hotel en La Habana en 1992, Tony Bryant, jefe de Comandos L, anunció en una conferencia de prensa los planes para más ataques contra la industria turística de Cuba, que se estaba convirtiendo en un puntal de la economía cubana después del colapso de la Unión Soviética. Bryant advirtió a los turistas que se quedaran lejos de la isla, declarando: “Desde este momento, nos encontramos en guerra”, y agregó: “La Ley de Neutralidad no existe”.
El año pasado, en el Canal 41 de Miami, Oscar Haza llevó a su programa al jefe de Comandos F4, Rodolfo Frómeta, que describió planes permanentes de ataques armados contra Cuba. En la actualidad, otro país se ha convertido en objetivo de los terroristas con base en EE.UU: junto con F4 en el programa de Haza estuvo el antiguo capitán del ejército venezolano Eduardo García, que estuvo involucrado en el golpe de 2002 que depuso brevemente al presidente venezolano Hugo Chávez. García elogió a los Comandos F4 por su ayuda en sus continuos esfuerzos por derribar al gobierno venezolano. Se entrenan juntos en los Everglades de Florida.
Entre los primeros emigrados cubanos que se hicieron agentes de la CIA estaban Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, dos de los terroristas más tristemente célebres del Hemisferio Occidental. Posada se jactó en 1998 ante periodistas del New York Times: “La CIA nos enseñó todo – todo”. “Nos enseñaron a usar explosivos, cómo matar, poner bombas, nos entrenaron en actos de sabotaje”.
Cuando George Bush padre llegó a ser director de la CIA en 1976,, Bosch fundó el CORU (Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas,), un grupo coordinador para la realización de acciones terroristas contra Cuba así como contra países e individuos considerados como amigos de Cuba. Posada participó junto con CORU en una serie de ataques con bombas en varios países.
Su "éxito" más espectacular ocurrió en octubre de 1976 cuando dos bombas hicieron estallar un avión cubano de pasajeros unos pocos minutos después de su despegue de Barbados, matando a las 73 personas que se encontraban a bordo. Bosch y Posada, que habían trabajado anteriormente con los servicios de inteligencia venezolanos, fueron arrestados rápidamente en Venezuela como cerebros de esta matanza y juzgados por tribunales militares, no civiles.
En su autobiografía, “Los caminos del guerrero”, Posada nombró a los principales patrocinadores financieros, cubano-estadounidenses extremadamente acaudalados, pilares del terror: Jorge Mas Canosa, Pepe Hernández y Feliciano Foyo. Mas Canosa llegó a ser presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana [CANF, por sus siglas en inglés] fundada en 1981 por la Administración Reagan. CANF, el grupo derechista cubano-estadounidense más rico e influyente, hizo campaña por la liberación de Bosch. El 25 de marzo de 1983, mientras Mas Canosa encabezaba un comité para interceder por su liberación, la Comisión de la Ciudad de Miami proclamó el “Día Orlando Bosch”. En 1986, un político derechista cubano-estadounidense, fue colocado en Venezuela como embajador de EE.UU. Así se aseguró la liberación de Bosch.
Cuando salió de prisión al año siguiente, Bosch volvió a Miami, donde fue detenido por una violación en 1974 de la libertad condicional, relacionada con su condena por disparar una bazooka en 1968 contra un carguero polaco fondeado en Miami. Saludado en Miami como héroe, la causa de Bosch fue defendida en 1989 por la republicana Ileana Ros-Lehtinen, en camino a convertirse en la primera cubano-estadounidense en el Congreso, y por Jeb Bush, el hijo del presidente que fue jefe de la campaña de Ros-Lehtinen. En 1990, el presidente Bush padre liberó a Bosch de la detención a pesar de que el Departamento de Justicia había ordenado que Bosch fuera “excluido y deportado” de Estados Unidos.
En su orden de deportación, el Fiscal General Adjunto Joe D. Whitley escribió: “Durante 30 años Bosch se ha mostrado resuelto e inquebrantable en su propugnación de la violencia terrorista. Ha amenazado con y ha realizado actos terroristas violentos contra numerosos objetivos, incluyendo países amigos de Estados Unidos y sus más altos funcionarios. Ha expresado repetidamente y demostrado su disposición a causar heridas y muerte indiscriminadamente. Sus acciones han sido las de un terrorista, irrestricto por leyes o la decencia humana, amenazando e infligiendo violencia sin consideración por la identidad de sus víctimas”.
En su vida en libertad en Miami, Bosch ha continuado sus operaciones terroristas. En febrero de 2004, durante una larga entrevista televisada en el Canal 22, Bosch justificó el atentado del avión civil cubano y alardeó sobre su papel en once intentos de realizar ataques militares contra Cuba en los 10 años anteriores y sus tres intentos de asesinar al presidente Castro: en Chile, Nicaragua y España. Bosch recibe ovaciones en Miami cada vez que aparece en la escena pública con políticos importantes. Es una celebridad terrorista.
Por lo tanto, no sorprende ahora que Posada esté solicitando asilo, que naturalmente espera que George Bush Jr. le otorgue por su devoto servicio a la CIA, como señala su abogado. Después de todo, no es menos terrorista que Bosch. En 1985, nueve años después del atentado contra el avión de pasajeros cubano, Posada escapó de la prisión venezolana gracias a un soborno pagado por Mas Canosa. Posada fue a El Salvador, donde ayudó a otro agente cubano-estadounidense de la CIA, Félix Rodríguez, a dirigir la ayuda a los contras en Nicaragua, una operación ilegal dirigida desde la Casa Blanca por el coronel Oliver North.
Rodríguez, otro incondicional de Miami, era agente de la CIA antes de la invasión de Bahía de Cochinos. Se jacta de que estuvo presente en Bolivia en la ejecución de Che Guevara y usa orgullosamente el reloj de Guevara como recuerdo. En mayo de 1987, Rodríguez testimonió ante los comités del congreso que investigaban el mal llamado “Asunto Irán-Contra” sobre sus reuniones en 1985 y 1986 con el entonces vicepresidente Bush. Cuando se le preguntó sobre "Ramón Medina", Rodríguez alardeó que “Medina” era Posada, “un buen amigo mío”. Testimonió que había llevado a Posada a El Salvador porque este “hombre honorable” “merecía estar libre”. No le hicieron más preguntas.
Durante el período entre octubre de 1984 a octubre de 1986, cuando la ayuda de EE.UU. a los contras fue prohibida por la Enmienda Boland, Phyllis Byrne, secretaria en la oficina del vicepresidente Bush, preparó una solicitud de rutina (16 de abril de 1986) para que Bush se reuniera con Rodríguez a fin de que Rodríguez pudiera “informar al vicepresidente sobre la situación de la guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”. Poco después, Byrne preparó un memorando (30 de abril de 1986) para informar a Bush sobre la reunión que el vicepresidente tendría el 1 de mayo: “Félix Rodríguez, un experto en contrainsurgencia que viene de visita de El Salvador, dará una información sobre la situación de la guerra en El Salvador y el reabastecimiento de los contras”.
Después de la denuncia del ilegal “Asunto Irán-Contra”, Posada trabajó para el presidente guatemalteco Vinicio Cerezo, vigilando a los propios militares de Cerezo en búsqueda de signos de un posible golpe de estado o asesinato. En 1997, el Miami Herald informó que Posada había estado involucrado en una campaña de atentados con bombas contra el presidente hondureño Carlos Roberto Reina, que estaba dispuesto a mejorar las relaciones con Cuba. Posada fue obligado a abandonar Honduras en 1995 acusado de haber hecho estallar 41 bombas en un solo año – casi una bomba por semana.
En una prolongada entrevista con periodistas de New York Times publicada el 12 y el 13 de julio de 1998), Posada alardeó de que pagó a un mercenario de El Salvador para que hiciera atentados con bombas en hoteles de La Habana en 1997, matando a un italiano, Fabio di Celmo, e hiriendo a varias personas antes de que la policía cubana capturara al terrorista. Sobre di Celmo, Posada se desentendió: “Ese italiano estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado”.
En 1960, la CIA lanzó una masiva campaña para asesinar a Fidel Castro, y tanto Posada como Bosch, trató repetidamente de matar al líder cubano. En el año 2000, el presidente Castro asistió a la reunión de la Cumbre Ibero-Americana en Ciudad de Panamá. Poco después de llegar, anunció que Posada y otros tres cubano-estadounidenses se preparaban en ese preciso momento para hacer estallar una bomba que no sólo mataría al presidente cubano sino a cientos de panameños, sobre todo estudiantes, a los que se dirigiría en un auditorio universitario. Gracias a los agentes cubanos, se entregó a la policía panameña la ubicación exacta de los terroristas, que los arrestó y se apoderó de sus explosivos C-4, pasaportes falsos, etc.
Gracias a que funcionarios de inteligencia cubanos descubrieron el plan, más de 2.000 personas asistieron al discurso de Fidel Castro sin morir o ser heridas. ¿Cómo supo Cuba de la conspiración y pudo salvar todas esas vidas? A través de agentes cubanos que se infiltran en los grupos terroristas. En 1998, un año después de la campaña de atentados de Posada en hoteles de La Habana, funcionarios cubanos recibieron información sobre terrorismo que consideraron debería ser conocida por el FBI. Entregaron esa información al FBI. ¿Arrestó el FBI a los terroristas? No, el FBI arrestó a los cubanos en Miami que habían reunido la información y los calificó a ELLOS de terroristas.
Un jurado de Miami condenó a los Cinco, y un juez de Miami les aplicó largas sentencias: Gerardo Hernández (dos cadenas perpetuas más 15 años), Ramón Labañino (perpetua más 18 años), Antonio Guerrero (perpetua más 10 años), Fernando González (19 años), y René González (15 años). Siguen recluidos en prisiones separadas repartidas por Estados Unidos, esperando la decisión de una Corte de Apelaciones. Es su recompensa por tratar de proteger a la gente contra los terroristas. Otros agentes de inteligencia cubanos, por supuesto, continuaron necesariamente investigando a los terroristas y pudieron impedir la importante conspiración en Ciudad de Panamá a pesar de que los Cinco estaban encarcelados.
Panamá no acusó a Posada y a su banda por intento de asesinato sino sólo por posesión de explosivos, asociación ilegal con intención de cometer un crimen, falsificación de documentos, y peligro para la seguridad pública. Después de su condena, la presidenta panameña Mireya Moscoso, a punto de dejar su cargo en agosto de 2004, los perdonó... Los tres co-conspiradores de Posada fueron recibidos en Miami como héroes. Los tres tienen un historial que inspira miedo:
Pedro Remón, miembro de Omega 7, fue acusado en 1985 de dos asesinatos: el del cubano estadounidense Eulalio José Negrín, que apoyó El Diálogo con Cuba en 1979, quien fue muerto a tiros frente a su joven hijo en su casa en Nueva Jersey; el del diplomático cubano en Naciones Unidas Félix García Rodríguez quien fue muerto a tiros cuando se detuvo ante un semáforo en rojo en Queens, Ciudad de Nueva York. El asesinato del diplomático cubano obligó al FBI a hacer algunos arrestos por sus repercusiones internacionales. En negociaciones con la fiscalía, Remón aceptó su culpabilidad en el estallido de una bomba en la misión cubana ante Naciones Unidas y en el intento de asesinar al embajador de Cuba ante Naciones Unidos, Raúl Roa Kouri. Fue sentenciado a 10 años.
Guillermo Novo y su hermano Ignacio Novo dispararon en 1964 una bazooka contra el edificio de la Asamblea General de la ONU donde hablaba Ernesto Che Guevara. En 1979 Guillermo Novo fue culpado por el asesinato mediante una bomba en su coche, de Orlando Letelier, en 1976 en Washington DC quien fue ministro del gobierno del presidente de Chile, Salvador Allende, y de su asesora, Ronni Moffitt, pero fue absuelto en una revisión de la causa en 1981. El jurado federal lo consideró culpable de dos acusaciones de perjurio ante un jurado de acusación. Jorge Mas Canosa lo contrató posteriormente para trabajar en la “Comisión de Información de la CANF”.
Gaspar Jiménez asesinó a un diplomático cubano en México. Fue acusado por el atentado con coche bomba de 1976 de Emilio Milián en Miami pero las acusaciones fueron retiradas. Milián, un comentarista de radio que había criticado el terrorismo de los emigrados derechistas cubanos, perdió ambas piernas. Jiménez trabajó después para el Dr. Alberto Hernández, el médico de Mas Canosa y patrocinador financiero de Posada. En su entrevista con periodistas de New York Times, Posada dijo que Jiménez fue el correo que llevó dinero de Mas Canosa a Posada con el mensaje: “Esto es para la iglesia”.
“¿Qué pasa con Posada? Sigue fugitivo y tanto Cuba como Venezuela buscan su extradición. En Cuba y en otros países (por ejemplo Guayana e Italia), familiares de víctimas de Posada esperan justicia, ya sea su extradición a Cuba o a Venezuela o su juicio por un tribunal internacional.
Según el presidente Bush, toda nación que ofrece refugio a terroristas es un estado terrorista. Estados Unidos ha cumplido evidentemente con ese criterio, pero no se le otorga mucha atención. Ahora, si Posada, cuyo pedido de asilo ha recibido atención mundial, recibe refugio de EE.UU., significará que Bush proclama descaradamente que Estados Unidos cumple con su propia definición de una nación terrorista.
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Entrevista a Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, uno de los cinco "héroes" cubanos presos en EEUU
"Cuba entregó información al FBI sobre organizaciones terroristas y EEUU detuvo a los cinco que la consiguieron"
Julio Castro / Javier Parra
laRepública.es
El 12 de septiembre de 1998, cinco ciudadanos cubanos eran detenidos en Estados Unidos. Se dijo que eran espías, que eran terroristas al servicio del Gobierno de Cuba, que eran agentes infiltrados para atentar contra la seguridad nacional de los EEUU, se les culpabilizó de una serie de delitos que luego, mostraron no tener base legal alguna, más que remotamente en el origen de la historia, de un intento de prevenir las acciones terroristas de diversos grupos antirrevolucionarios de Miami, consiguiendo información que luego, los propios representantes de la seguridad cubana, traspasaban a los agentes del FBI norteamericano a fin de intentar prevenir cualquier posible desastre provocado por estos grupos violentos. Ellos son Gerardo Hérnandez Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort Es lo que se conoce ya internacionalmente como el caso de Los Cinco Cubanos.
Hoy día, tras haber sufrido numerosos años de prisión, amenazas, tortura, aislamiento, separación de sus familias, un juicio injusto sin las menores garantías, se encuentran aún en prisión. Un tribunal compuesto por tres jueces de rango superior dictaminó la invalidez de todo el proceso por ausencia de garantías, y revocó las numerosas sentencias de cadena perpetua que pesan sobre los cinco.
La corte superior, formada por doce jueces les devuelve el caso, y les pide que obvien las garantías del juicio y se pronuncien sobre la culpabilidad. Muchas pruebas siguen siendo clasificadas para la defensa. Pero el proceso aún puede durar muchos años.
La mujer de uno de ellos, Adriana, que lleva sin ver a su marido ocho años, concede una entrevista a laRepública.es en la residencia del embajador de Cuba en Madrid, donde se encuentra de visita. La entereza de esta mujer, y lo irrenunciable de su causa, así como la convicción de la injusticia de lo que ocurre, dejan plantado al que la escuche, pero ella lo tiene muy claro: va a seguir hasta el final, y nosotros hemos querido traer parte de su relato a nuestras páginas. Pero lo que más llama la atención es la solidaridad con los otros familiares de los presos cubanos: en ningún momento quiere personalizar en Gerardo, su marido (con mayor número de condenas que otros), la situación de penuria que viven.
Ante todo, bienvenida a España, y gracias por recibirnos y concedernos esta entrevista. Estamos interesados desde el diario laRepública.es en el tema que vamos a tratar, acerca de Los 5. Tú conoces, ya va a hacer unos 20 años a Gerardo, ¿verdad? ¿De dónde sois?
Soy de la ciudad de La Habana, igual que él. Realmente los 5 son de la capital, pero bueno, ya han pasado a extenderse a toda Cuba y al mundo.
¿Cuáles son vuestras profesiones?
Yo soy Ingeniera Química, Master en Alimentos, y Gerardo es Licenciado en Relaciones Internacionales, y bueno, después de todo lo que sucedió en la década de los ’90 tuvo que renunciar a ejercer su trabajo y su profesión, para dedicarse a buscar la información de estos grupos terroristas radicados en Miami.
¿Qué acusaciones pesan ahora mismo sobre tu marido?
Las acusaciones, podríamos hablar no sólo de las de Gerardo, existen varios cargos que fueron imputados a los 5, son los cinco cubanos que trabajaban en el sur de la Florida, buscando información de organizaciones no gubernamentales terroristas radicadas allí, y sin contar realmente con prueba alguna, fueron acusados de cargos de conspiración para cometer asesinato en primer grado (que es un cargo que solo tiene Gerardo) por el derribo de las avionetas en pleno vuelo en el año 1996, avionetas que sobrevolaban el espacio aéreo cubano desde el año ’95, y en un acto soberano de defensa del espacio, el Gobierno cubano decidió el derribo de estas avionetas. Siempre después de múltiples notas informativas al Gobierno de Estados Unidos, y dando a conocer que estaba sucediendo, y que tomaríamos medidas si eso no cesaba.
Y Gerardo, sencillamente, es el único que tiene este cargo, que aparece varios meses después de su detención (fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998) y en la primera imputación no aparece el cargo de conspiración para cometer asesinato en primer grado. Aparece luego en mayo de 1999, dando con ello el comienzo de un caso de marcado carácter político.
Después de esto existen otros casos (Gerardo no es responsable de éste, porque, además, no fue probado que tuviera intención de informar al Gobierno cubano del sobrevuelo de estas avionetas, ni que disparara los misiles, o sea, que estuviera de forma activa participando en la decisión que tomó el Gobierno, y esta no es más que la forma de castigar al Gobierno cubano y al pueblo en la figura de Gerardo para este cargo, que le proporciona una de las dos cadenas perpetuas que tiene, además de los quince años a que fue condenado. Está el cargo de conspiración para cometer espionaje, que lo tiene Gerardo , Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los cuales, también tienen cadena perpetua por estos cargos y varios años por el resto de los cargos.
Podríamos hablar de otros cargos menores, como el uso de falsa identidad (de hecho el uso de falsa identidad sólo lo tienen tres que son Gerardo, Ramón y Fernando, porque René y Antonio, como ciudadanos norteamericanos, podían hacer uso de su propia identidad). No hay duda de que este es un mecanismo que se usa para protegerte y proteger a tu familia ante este trabajo que se estaba realizando. Y aunque es un delito usar falsa identidad, ninguno de ellos la utilizó para hacer daños a Estados Unidos, ni a ningún otro Gobierno (algo que pudo tenerse como atenuante en el proceso, y ni siquiera se contó con esa facilidad).
Están otros cargos como el de “agentes no declarados ante el gobierno norteamericano”, que lo tienen los cinco porque es imposible pensar que si Cuba, que había estado durante muchos años denunciando las acciones terroristas contra Cuba, quiénes eran estas organizaciones, quiénes la integraban, de qué forma actuaban, y el Gobierno norteamericano nunca tomó alguna medida, y tuvimos como cubanos, al fin, la necesidad de buscar hombres como estos para protegernos de este tipo de acciones... pudiéramos contar con que al registrarse ante el Gobierno de Estados Unidos, pudieran contar con todas las garantías.
De hecho, esto lo demuestra el ejemplo, que en junio de 1998, Cuba, en un contacto con el FBI, en la propia ciudad de La Habana, le entregó a agentes de este organismo un grupo de informaciones numerosas dándoles información de todas estas organizaciones (nombres, dónde radicaban, cómo operaban, que intenciones tenían, todo lo que habían hecho…) y sin embargo, contábamos con que el Gobierno norteamericano pusiera fin a estas acciones, y se pronunciaron con el hecho de que en pocos meses darían una respuesta.
La respuesta llegó, efectivamente; no era la respuesta que esperábamos, ya que no detuvieron estas acciones, y lo que se hizo fue buscar a quiénes podían haber dado este tipo de informaciones a Cuba. De hecho, monitorizaron las acciones de los cinco, fueron llevados a prisión, y sin embargo hay algo muy importante: aunque esta conversación fue con el FBI, y en ningún momento se pudieron desvelar cuáles eran las fuentes de información, el FBI decidió llevar a prisión a estos 5 hombres, pero siempre con la anuencia de los Congresistas de Miami. Sin embargo, hay declaraciones públicas del aquel entonces jefe del FBI de Miami, que decía que le había resultado muy difícil convencer a los funcionarios de niveles superiores del FBI para detener a estos cinco hombres, porque no había prueba alguna de que el trabajo de ellos actuara contra la seguridad de Estados Unidos. Sin embargo, la respuesta fue llevarlos a prisión solamente a solicitud de los Congresistas y de la comunidad radicados en Miami.
No obstante, cabe la posibilidad de que hubieran podido obtenerse pruebas de la participación de diferentes Agencias del Gobierno de los Estados Unidos en estas acciones (tal vez es solamente una elucubración) o son más bien autoridades locales de la Florida las que se inmiscuyen en esto.
Estamos hablando fundamentalmente de esas organizaciones radicadas en Miami (Hermanos al Rescate, el Grupo Alfa 66 –grupo con gran número de acciones terroristas contra Cuba y bien clasificadas-, el Grupo Democracia, y un grupo más de organizaciones que son organizaciones no gubernamentales) Sin embargo hay una gran contraposición también, porque son organizaciones que, supuestamente, no responden a los intereses de Estados Unidos, y sin embargo, muchos de sus miembros se sientan al lado del propio Presidente.
Son personas que han actuado a favor de la posición del Gobierno de EEUU, que reclaman la acción armada contra Cuba, que aportan económicamente a los fondos de esta Administración… entonces, cabe pensar que no son tan independientes del Gobierno norteamericano. Cabe pensar también que si Orlando Bosch o Posada Carriles, que se encuentran también en territorio norteamericano y el primero fue autorizado a estar hoy día libremente en Florida, siendo autor del derribo del avión de Cubana de Aviación en el año ’76, estamos ante la segura convicción de que son amparados y protegidos por el Gobierno norteamericano.
¿Estos grupos siempre estuvieron junto al Gobierno norteamericano o con los gobiernos de los Bush, más proclives a este tipo de acciones?
Podemos decir que siempre han estado junto al Gobierno norteamericano. Nosotros no estamos hablando de acciones terroristas de la década de los ’90, sino de acciones que van más allá de 40 años, desde que la Revolución triunfa. Y sin embargo, en los ’90 se incrementan estas acciones terroristas por la situación económica que comienza a vivir Cuba tras la caída del campo socialista. Es una forma que se utilizó para acabar con la revolución, con el sistema, y sin embargo, estas acciones tomaron mucho auge durante esa época, y contábamos entonces con estos cinco hombres que tuvieron que renunciar a vivir de forma tranquila, profesionalmente activa en Cuba para buscar estas informaciones, ya que no habíamos logrado que el Gobierno de Estados Unidos protegiera a Cuba.
Podemos hablar de múltiples acciones, pero no sólo acciones propiciadas contra Cuba: fueron acciones contra cualquier organización cubana, aún en el exterior, contra cualquier persona que pudiera aportar cualquier tipo de ayuda, o aún simpatía con Cuba, y podemos hablar también del caso de Orlando Letelier, el canciller de Chile en aquel momento cuando estaba Allende en el poder, y que resultó muerto por una de estas acciones terroristas en el año 1976, cuando iba acompañado de su secretaria que era norteamericana. Podemos hablar de diferentes bombas a sedes diplomáticas cubanas en distintos países, incluyendo Estados Unidos, dónde también hubo acciones contra agencias de carácter de amigas de Cuba, y simplemente estaban en territorio norteamericano. En fin, las acciones terroristas no eran solo contra territorio cubano, sino contra cualquier amigo de Cuba, o cualquier organización que perteneciera a Cuba.
Volviendo un poco al tema de los 5, y más concretamente al caso de Gerardo que te toca más de cerca: en el momento de su detención, ¿dónde te encontrabas tú, estabas en La Habana…?
Bueno, nosotros, aunque Gerardo sea mi esposo, nos resulta muy difícil hablar de forma independiente. De hecho, ellos cinco han actuado como si fueran uno solo. De hecho, no hay duda de que el que ninguno de los cinco decidiera negociar sus cargos con la fiscalía, pone de manifiesto sus principios, la fortaleza y la unión que tenían desde todo punto de vista. Por eso a nosotros nos resulta difícil hablar de uno solo aunque sea mi esposo.
Pero sí, efectivamente, nos encontrábamos en Cuba, no sólo yo, sino también el resto de los familiares, excepto la esposa de René, que sí vivía con él en Estados Unidos. Yo vivía en Cuba, no conocía del trabajo que realizaba Gerardo, porque, por supuesto, era un trabajo que necesitaba de todo tipo de discreción y todo tipo de silencio para lograr los objetivos que realmente necesitábamos.
Cuando lo supimos, por supuesto, fue un golpe muy duro. Conocíamos en ese momento que había sido detenida una red que se dedicaba a buscar información, pero la prensa no lo dio de esa manera: siempre los clasificó como espías, lo cual resultaba ya un castigo sin haber recibido un juicio, y ninguno de los cinco fue acusado por espía.
Los tres tienen cargo de conspiración para cometer espionaje. De hecho, para cometer espionaje se deben cumplir varios requisitos que son haber conseguido información de carácter militar, de carácter clasificado, para atentar contra la seguridad de un país, y ninguno de ellos tuvo esta misión ni logró tener este tipo de información: toda era información pública, de carácter público, de estas organizaciones y no del Gobierno.
Para nosotros fue un golpe durísimo, y a partir de ahí teníamos que empezar a valorar cuál era la intención del Gobierno de Estados Unidos con esta detención, donde no había nada que atentara contra la seguridad de su país, y sin embargo el hecho de que los abogados de la defensa intentaran cambiar el lugar de celebración del juicio nos ponía a nosotros ante la difícil realidad de que sabíamos que no íbamos a obtener ningún tipo de garantías legales, ya que celebrar un juicio en Miami rompía todo tipo de reglas de comportamiento jurídico, ya que es la ciudad más hostil en cuanto a las relaciones Cuba-EEUU.
De hecho, allí radican estas organizaciones, y es muy difícil encontrar un jurado imparcial, personas que de alguna manera no tengan algún vínculo con esta mafia terrorista, porque ellos tienen un gran poder económico, y manejan muchas de las firmas comerciales radicadas en Miami.
De hecho se pudo comprobar que después de un largo período de procesos (uno de los más largos de EEUU) no se obtuvo un veredicto de inocencia, aunque las pruebas presentadas demostraron la inocencia de estos cinco hombres.
El Jurado, tras siete meses de juicio, sin hacer ninguna pregunta, sin tener ninguna duda, tomó la decisión unánime de encontrar culpables de todos los cargos a los cinco acusados. Y nosotros sabíamos desde un principio que era imposible obtener justicia en la ciudad de Miami.
Parece que el Tribunal de Atlanta echó marcha atrás y pidió la anulación del juicio y las condenas, así como el sobreseimiento de los cargos que pesan sobre los inculpados. ¿En qué momento estamos?
Realmente, estamos en la fase de apelación, que comienza desde que fueron condenados en diciembre de 2001. Como en la legislación norteamericana no hay un plazo límite para emitir veredictos o tomar decisiones respecto al proceso esto nos ha tomado hasta la fecha sin una resolución justa. En 2005, el panel compuesto por tres jueces del Circuito de Atlanta, emite un veredicto favorable, justo, profesional, ético, anulando el juicio porque la sede no había sido el lugar más indicado para celebrarlo. Revocan también las condenas de cadena perpetua a todos, y estábamos ante la solicitud de un nuevo juicio en otra sede. Pero la Fiscalía optó por la apelación, llevándolo al panel en pleno de los doce jueces de Atlanta. Transcurrió un año más. Estos jueces sólo revisan la decisión acerca de la sede de celebración del juicio, y en una decisión sorprendente por los argumentos, y revocan la sentencia de los tres jueces, pidiendo la revisión de todo el proceso por parte de los tres jueces.
Esto tiene la finalidad de alargar el proceso, impedir que vayamos al Tribunal Supremo, ya que se dictamina la devolución a los tres jueces. Esto puede llevar años hasta que los jueces (que ya sólo son dos al estar uno enfermo y de baja) tomen la decisión, pero además, luego se seguiría recurriendo a los diferentes pasos propuestos por la Justicia.
Y ya llevan ocho años en prisión por cargos que no fueron probados. El elemento psicológico sigue siendo importante, ya que no han cesado en la tortura psicológica contra ellos cinco, pese a que están condenados a largas penas. El contexto político de la Administración Bush sigue siendo bastante hostil, y la forma en que el Gobierno estadounidense ha mantenido el silencio es muy intencionada, porque sin duda, la voz de estos cinco hombres era la que pretendía denunciar la política de protección al terrorismo que había dado EEUU a estas organizaciones que habían actuado contra Cuba durante tantos años.
Esto pone de manifiesto la hipocresía, la doble moral del Gobierno de EEUU, que se demuestra también en la situación de Posada Carriles hoy en día. Se demuestra también en que después del 11-s, se haya condenado a estos hombres a esas largas penas.
Lo que estamos viendo, entonces, es que en el país más democrático del mundo, no hay una democracia, puesto que los poderes legislativo y judicial están obedeciendo a las presiones de una cabeza política.
De hecho, eso está claro para los que pueden leer y documentarse, pero no olvidemos que la prensa de hoy día se subordina a los intereses de EEUU y se escribe y se da la información que ellos necesitan que los lectores tengan, y por eso es imposible que la mayoría de la población, aún con un nivel cultural elevado sepan de estos hechos.
Por eso hemos necesitado hacer un trabajo persona a persona para ir informando sobre esta situación (y sobre otras más, pero, para nosotros, fundamentalmente, la que se refiere a nuestros familiares).
No olvidemos que estos cinco hombres, cuando fueron detenidos, fueron interrogados durante largas horas sin contar con asistencia legal. Fueron llevadas a confinamientos solitarios durante 17 meses, cuando la ley plantea que este tipo de confinamientos son sólo para personas que han cometido indisciplinas o delitos dentro de la cárcel, y que no puede exceder por más de 60 ó 90 días.
En aquel entonces, los abogados de la defensa no pudieron contar (ni aún hoy) con todas las pruebas con las que dice contar la Fiscalía, ya que sólo se desclasificaron un 20% de las pruebas. Durante el confinamiento en solitario, los cinco bajaban a un local muy pequeño, muy cerrado a revisar las pruebas. Pero no podían ni siquiera tomar nota de lo que leían, lo que impedía preparar la defensa.
No disponían tampoco de la hora que se concede para salir de la celda a pasear o tomar el sol. Estuvieron aislados sin contacto físico con ninguna persona, ni siquiera entre ellos mismos. Algunos de ellos, al tener falsa identidad, no tuvieron conocimiento en sus familias hasta tres años después.
En el caso de René, fue mucho más difícil, ya que vivía con su esposa y sus hijas en Estados Unidos, ya que es ciudadano norteamericano, y a su hija menor que tenía cuatro meses cuando le encerraron, no le permitieron visitarle en prisión, a diferencia de otros familiares de presos. Un año más tarde le permitieron ver a sus hijas, y fueron muy crueles, porque le mantuvieron esposado a la silla. Su hija pequeña que no había visto nunca algo similar, lo confundió con un perro porque estaba encadenado, pero la madre le dijo que su padre no era un perro, que los perros ahí eran los guardias.
Es muy difícil para esa hija que hoy tiene ocho años, no haber visto más a su padre. Hoy vive en Cuba, y pese a ser ciudadana norteamericana no tiene derecho a verlo; es muy difícil para un menor enfrentarse a la hostilidad de la cárcel, y no puede ir con su madre, puesto que tanto ella como yo estamos impedidas de entrar al país por ser consideradas un peligro para la seguridad de Estados Unidos.
¿De qué manera podéis comunicaros con ellos?, ¿o no hay manera de comunicarse?
La forma de comunicarnos ha sido, fundamentalmente, por correspondencia. Correspondencia que, naturalmente está censurada. Está controlada. Nosotros nos comunicamos también a través de algún otro familiar que pueda viajar que nos pueda decir. Pero hay algo importante. No hay dudas de que cuando uno conforma una familia se conforma por el matrimonio y los hijos de ese matrimonio. En el caso de Gerardo, condenado a 2 cadenas perpetuas, el más joven de los cinco, tampoco tenemos hijos. Nosotros no tenemos hijos que podamos decir: bueno, nuestro hijo común puede ser nuestro enlace. Es muy difícil mantener la estabilidad emocional; el matrimonio, sólo con la comunicación de carta, después de una relación de 20 años que cumplimos dentro de unos días. Y 8 años sin vernos, más de 8 años sin vernos resulta muy difícil. Por eso es que le decíamos que la tortura psicológica no ha culminado, no ha cesado. Porque en la medida que se pueda presionar a este hombre con la situación familiar, es lograr un debilitamiento psicológico y físico porque por la propia ley norteamericana no sabemos cuando puede culminar el proceso legal.
En el caso de Olga y René, otro tanto sucede, porque además la familia de René fue utilizada como un chantaje contra él. La familia de René vivía allí como le he dicho, sin embargo a René le pidieron que firmara un acta de negociación haciéndose de responsable de los actos o culpando a sus compañeros teniendo en cuenta el status migratorio de su esposa. Quiere decir que si René hubiese firmado, cosa que no hizo, su esposa hoy estaría viviendo en Estados Unidos y René estaría en la calle. A René también le recordaron que su hija menor era ciudadana norteamericana y que podían quitarle su custodia. La custodia de su hija. Ante esa situación es imposible que su hija viaje sola a EEUU porque podríamos correr un gran riesgo. Pero dos años más tarde, después que René iba a comenzar el juicio, le recordaron nuevamente el status migratorio de su esposa y le conminaron a que firmara. René volvió a negarse y la respuesta fue llevar a su esposa a prisión durante 3 meses.
Pero hay algo que me gustaría contarles para que ustedes entiendan. Su esposa vivió desde el 98 hasta el 2000 en territorio norteamericano. Su esposa intentaba visitarlo los fines de semana en el Centro de Detención de Miami. Su esposa, por supuesto, era monitoreada en todas sus acciones por el FBI y el Gobierno norteamericano. Sin embargo, cuando René se niega a firmar en agosto de 2000, muy próximo a comenzar el juicio que debía ser en septiembre, su esposa es llevada a prisión y se la presentan frente a él vestida de presa y aún así, René se niega a firmar. Por supuesto, esto ya era un acto demasiado fuerte para las autoridades norteamericanas, que un hombre, con su familia, un hombre al que se le estaba amenazando, que además se le había alertado y se había cumplido con ponerle a su esposa delante, se siguiera negando. Pues su esposa fue procesada por cargos migratorios.
Su esposa tenía un status de residente permanente en EEUU, sin embargo termina siendo deportada en noviembre de 2000 cuando faltaban sólo unos días para comenzar el proceso judicial. Desde entonces vive en Cuba; no ha podido visitarlo, porque cada vez que ha pedido visa se le ha denegado por diferentes razones. Se la han negado por ser una supuesta terrorista, por ser un peligro para la seguridad de Estados Unidos, por ser una posible agente de inteligencia del gobierno cubano. Sin embargo, llama la atención en esto porque las dos hemos sido calificadas con los mismos argumentos en diferentes etapas, sin embargo yo no vivía en Estados Unidos. Pero Olga que vivió dos años más después de que su esposo fue detenido, en aquel momento no resultó un peligro para la seguridad de Estados Unidos. En aquel momento si su esposo firma no hubiese sido un peligro para la seguridad de Estados Unidos. ¿Por qué si fue procesada por cargos migratorios hoy el gobierno de Estados Unidos la condena con estos cargos que ni siquiera aparecieron en su acta de detención? Esto es una presión, esto es un maltrato. Y en el caso mío, igual. Yo ni siquiera vivía en Estados Unidos, yo ni siquiera he entrado a ese territorio, porque en la única oportunidad que me dieron visa no me dejaron entrar. Llegué hasta el aeropuerto, me detuvieron en el aeropuerto, me despojaron de todos mis documentos, me tomaron todas mis identificaciones físicas, fui interrogada por el FBI y después de 11 horas me retornaron a Cuba, sin poder seguir hasta California, donde estaba Gerardo esperándome. No me permitieron hablar con el cónsul cubano en Washington, no me permitieron llamar a ningún abogado y simplemente hasta el día de hoy sigo siendo calificada por diferentes razones.
Pero hago la marcada atención entonces en el año 2005: en agosto de 2005 se produce la decisión del panel de los 3 jueces, una decisión favorable decididamente, y en octubre yo tenía mi entrevista para solicitar visa. Por primera vez en la propia entrevista me dan la respuesta. Normalmente con los familiares se lleva un proceso diferente del resto de las personas que van a solicitar visa. Después de un largo periodo de trámites de solicitar la entrevista, que la pueden dar para dentro de muchos meses, cuando uno hace la entrevista te dan la respuesta. En nuestro caso nos mandan siempre a esperar, todos los familiares, a esperar la respuesta de Washington. En la oportunidad de octubre de 2005, en la propia ventanilla de la entrevista, me declaran como posible inmigrante a Estados Unidos, algo que podría dar mucha risa, porque realmente es imposible pensar que yo pueda ir a quedarme en Estados Unidos. Porque yo, mi único interés en viajar a ese país es poder hacer mi visita familiar a mi esposo condenado a dos cadenas perpetuas. Sin embargo en ese instante comienzo a ser una posible inmigrante a Estados Unidos. Pero es que en noviembre de ese propio año le tocaba la entrevista a Olga Salanueva, y en ese mismo mes se cumplían los 5 años de su deportación, que según la ley norteamericana, usted puede presentar un recurso apelativo para revocar esta condición o tener una anuencia del Departamento de Estado, para usted entrar a EEUU.
Pues con Olga fueron aún más crueles diciéndole en esa oportunidad, que tendrían que valorar el caso, que le pedían que hiciese una nueva visita a la Oficina de Intereses cuando ellos le avisaran para darle respuesta del análisis que ellos habían hecho. Por supuesto esto crea determinadas esperanzas, aunque nosotros conocemos cuales son las intenciones del Gobierno norteamericano, y prácticamente un mes después la respuesta para Olga fue contundente: una negativa sin posibilidades de volver a solicitar visa alguna durante toda su vida. Por supuesto están condenando a Olga a que no vea a René hasta dentro de muchos años, cuando él cumpla su condena. René está condenado a 15 años, ya ha cumplido 8. Pues el Gobierno norteamericano aspira a que ellos cumplan su condena, en el caso de él y de Fernando que tiene 15 y 19 años, podrían salir de la cárcel. Pero, ¿qué pasaría con los tres que están condenados a cadena perpetua? ¿Qué pasaría entonces con Gerardo que tendría que tener tres vidas para cumplir su sentencia? Dos de cadena perpetua, más quince años para podernos ver. ¿Pero en algún lugar del acto de sentencia quedó escrito que no ver a su familia, a sus esposas y a sus hijos era una condena más? En ninguno quedó escrito, por eso es que nosotros decimos que no han cesado las acciones violatorias de los derechos humanos, ni las torturas contra estos hombres.
Podemos hablar de otros casos. En el caso de Fernando… Fernando también es cubano, Fernando tenía falsa identidad, sin embargo la cárcel de Fernando no reconoce que Rosa Aurora su esposa, y Magali su madre, lo sean, y para poderlo visitar, después de obtener una visa de Estados Unidos, no existen garantías de que al llegar a la cárcel ellas puedan entrar, porque para eso tienen que tener un permiso adicional de la cárcel. ¿Qué pasa también con Antonio Guerrero? Antonio Guerrero está en una cárcel de máxima seguridad, sin embargo su madre para poderlo visitar, cuando ha estado allí, tampoco tiene garantías, de que en todas las oportunidades de visitas permitidas lo pueda ver. Porque Antonio fue trasladado de cárcel estando su madre de visita. Cuando fue al otro día le comunicaron que su hijo estaba siendo objeto de un traslado y que no lo podría ver. Su madre tuvo que regresar a Cuba y esperar prácticamente 18 meses para volver a viajar para ver a su hijo, que también iba a ser objeto de una operación que había pedido hacía muchos meses. Sin embargo trasladarlo para hacer la operación cuando su madre estaba allí. Operación que se realizó un mes después de traslado. ¿Qué intención había? Cortar la visita familiar.
En el caso de Ramón, también por el estilo. Su esposa viaja con sus tres hijas, dos de este matrimonio, la mayor de un primer matrimonio de Ramón, sin embargo en esta última visita Ramón era objeto de castigos porque en la cárcel se habían cometido indisciplinas en las que él no tenía nada que ver, pero como decimos nosotros pagan justos por pecadores y todos eran condenados de igual forma: sin visitas familiares, sin correspondencia, sin contacto con nadie, ni siquiera con sus abogados y era objeto de este tipo de sanción desde febrero último de este año. Sanciones que duraron hasta julio de este año. Su esposa sólo pudo hacer un par de visitas, muy restringidas, y de esta manera se han estado dando todas estas relaciones familiares.
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